Ir al contenido principal

Carta a mí misma

Gabriela Torres de Moroso Bussetti©

Psicóloga clínica y escritora especializada en codependencia emocional

www.gabrielatorres.mx

Abril 9

Carta a mí misma

 

Yo no te necesito triste. Te necesito compasiva, pero, sobre todo, considerada contigo. Te necesito buena contigo misma. Deseo que dejes de estar autocastigándote con tu tristeza y tu culpa.

Necesito que te perdones y que perdones. Necesito que dejes de arrepentirte por lo que no te alcanzó para hacer diferente.

Necesito que aprendas a elegir no culpabilizarte... necesito una mamá, una hija, una amiga, una hermana o una pareja funcional emocionalmente.

Te necesito mostrándome el camino del autoperdón y la aceptación.

Necesito que dejes de sentir que es tu culpa. Que elijas desde ahora aceptar y soltar. Ser responsable.

Necesito que aceptes que las cosas son como son y que lo que es, es. No pudiste hacerlo diferente.

Necesito que te aceptes tan imperfecta como eres y no te culpes por no ser la que los demás creen que tú eres.

Necesito saber que te sientes orgullosa de ti misma, y que dejes de pensar que excelencia es perfección, porque realmente es autodestrucción. Excelencia es hacer lo ordinario, con amor extraordinario y tú, ya lo haces así.

No te quiero perfecta. Necesito saberte perdonándote a ti misma… Amándote a ti misma de forma incondicional, entendiendo que nadie nació para cubrir tus expectativas y que tú no has nacido para cubrir las de ninguno otro.

Te necesito eligiendo ser valiente para ser quien eres, reconciliada contigo misma y con tu propia biografía.

Volando, pero con tus propias alas…

 

Fragmento del libro:

"Las mujeres que se aman demasiado"

Gabriela Torres de Moroso Bussetti®

Grupo Editorial Éxodo

ISBN (International Standard Book Number), 978-607-9443-81-8

De venta en Gandhi, Librerías "El Sótano", Casa del Libro y librerías de prestigio.

Pídelo por su número ISBN.

En e-book aquí puedes leer las primeras 21 páginas:  https://payhip.com/b/xCmf

O en su versión audio libro (narrado por su autora): https://payhip.com/b/OKcy

 

 
 
     
Gabriela Torres de Moroso Bussetti
Psicóloga Clínica y Psicoterapeuta
 Fijo: 01(55) 5658-5808/5544-8409
 Celular/WhatsApp: 55-3450-0580
gabby@vivirlibre.org
La información contenida en este correo electrónico es confidencial y para uso exclusivo de la(s) persona(s) a quien(es) va dirigida. Esta prohibido difundir la información aqui contenida si la ha recibido por error, y le suplicamos notificar inmediatamente al remitente. El Centro de Educación Emocional y Servicios Psicológicos VivirLibre.org  (CVL) y/o su staff, no garantizan la integridad del presente correo electrónico o archivos adjuntos, ni que el mismo este libre de interferencias o virus, por lo que su lectura, recepción y retransmisión será responsabilidad de quien lo haga.
Todos los datos personales que sean recibidos por  el CVL o cualquiera de sus staffs, serán protegidos en términos de lo que establece nuestro Aviso de Privacidad, el cual, se encuentra disponible en la pagina web
http://www.vivirlibre.org/aviso_privacidad.html, con total apego a lo que indica la Ley Federal de Proteccion de Datos Personales en Posesión de los Particulares.
 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Pender y depender...

Ahora voy a permitirme hacer uso de las brillantes conclusiones de mi gran maestro Jorge Bucay, quien -entre tanto que se ha escrito sobre el tema- me parece es quien lo expone mejor sin duda. Muy inteligentemente, el maestro expone primero, lo primero: La etimología de esta sabia palabra. Las siguientes definiciones son según el website de wordreference (http://www.wordreference.com/): Pender ·          intr. Estar colgada o suspendida una cosa: las frutas penden de las ramas. ·          Estar algo en espera de solución. ·          Existir un peligro o amenaza sobre alguien o algo: la amenaza de un tifón pende sobre su ciudad. Depender ·          Estar conexo o condicionado por algo para existir o tener lugar: el desarrollo de la planta depende de varios factores. ·          Estar subordinado a algo o alguien: su cargo depende directamente del ministro. ·          Necesitar de la ayuda y protección de otra persona o de otra cosa: depende demasiado de su madre

La historia de Bolillo

Una vez, tiempo atrás, existió un perro llamado Bolillo. Por azares de la vida, Bolillo tuvo que enfrentar muchos problemas en los que se sentía perdido. Creía que nadie podía entender lo que le pasaba y que nadie había sufrido como él. No lograba encontrar la salida. Ni siquiera un alivio a todo el sufrimiento que le aquejaba. Bolillo no encontraba en donde encajar. Le parecía que la vida era injusta con él, porque lo había metido en problemas. Nunca recibió herramientas o ideas útiles para salir adelante. Creía que no había nadie con los mismos problemas.  Se sentía el más desdichado de todos los perros. Se sentía un perro sólo, entre un millón de perros.  Nadie lo escuchaba.  Esta era la vida de Bolillo. Un día iba caminando Bolillo por la calle, pensando en todos sus problemas, cuando al pasar observó que había muchos perros reunidos, hablando de problemas que se asemejaban a los de él. Esto llamó su atención y se quedó, desde fuera, escuchando todo lo que ahí se hablaba. Y a

El último e-mail a mi ex pareja…

El último e-mail a mi ex pareja… “Hola. Después de 6 meses en los que juré no volver a hablarte o escribirte aquí me encuentro escribiéndote este e-mail y dándome cuenta que aún me tiembla el pulso al pensar en ti. Pero el motivo de este e-mail no es el mismo que el de tantos otros que te escribí durante nuestra relación. No te escribo para decir que aún te amo ni para decir todo el rencor que siento por ti, porque sinceramente ya no siento nada de eso. Quiero expresarte lo que sentí al cruzarme contigo en la calle hace un par de semanas, después de 6 meses de haber terminado contigo porque tú así lo elegiste. ¡Al mirarte a los ojos aquel instante me quedé helad@! Y solo se me cruzó por la cabeza una palabra... ¡Gracias!!! ¡¡¡ Gracias por haberme ayudado a ser est@ que soy ahora!!! Y por ello te escribo este último e-mail. ¡Gracias! Por haberme hecho más segur@, más inteligente, más sensible, y menos ignorante en el aspecto emocional. ¡Gracias! Por haberme enseñado que