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¿Para qué sirve tomar un Taller de Inteligencia Emocional?

¿Para qué sirve tomar un Taller de Inteligencia Emocional?

"¿Sirve la luz?" -preguntó el discípulo. "Sólo si buscas algo" -respondió el maestro.
Algo sirve sólo si lo usas y te genera el resultado que esperabas, demostrándote así su beneficio.
Pero absolutamente nada de lo que llegues a conocer para tu beneficio y desarrollo humano te va a servir, nada, sino sólo hasta que decidas usarlo y aplicarlo a tu propia y personalísima vida en verdad.
Si sólo compras libros y no lees (este absurdo existe), si sólo asistes a conferencias y noactúas, si solo escuchas audio-libros motivacionales y no sigues sus sugerencias,si decidiste tomar mi Taller de Inteligencia Emocional y autoestima (TIE), peronunca eliges tomar acción, y elegir diferentes Respuestas ante los mismos Estímulos llevar a cabo en tu propia y particular vida un cambio enteramente personal,haciendo uso de lo que recomiendo y sugiero para lograr HACER, Y NO SÓLO SABER,pues no. Lamento informarte que no va a servirte, tenlo por seguro. Ni mi TIEni ninguna otra cosa más.
Pero también ten por seguro que lo que falla no es este TIE, sino tu falta de acción y elección de cambiar tú mismo. A estas alturas de mi vida, sé que el éxito de un motivador está 10% en su talento para despertar un deseo en quien lo escucha, y 90% en la acción de la otra persona quien lo escuchó. Por eso tantas veces he llegado a afirmar que la superación personal es precisamente así, “personal”, un fenómeno enteramente, dramáticamente, únicamente personal, personalísimo.
Nadie puede crecer sino hasta que llega su momento de despertar, es decir, hasta que lo elige así y se lanza desde el borde del abismo de la montaña y usa sus alas para lo que son: para volar. Porque todos nacemos con alas… pero es nuestra elección aprender a volar.  
Un día hace tiempo recibí el siguiente correo electrónico:
“Hola: Quiero que me aconsejes qué debo hacer. Desde que me enteré de tu TIE decidí ir e invitar a mi esposo, a mis hijos y a mis padres. He asistido a 2 sesiones de terapia de pareja con mi esposo y cada vez que cometo algún error me dice que no está sirviendo de nada ir a ese tipo de terapias. Ya pagué los talleres por adelantado para los 4, porque quiero llevar a mi esposo y a mis hijos adolescentes aunque le tuve que mentir a mi esposo diciéndole que los talleres de mis hijos eran cortesía, ya que él me dice que no podemos estar gastando en esto que al fin de nada sirve. El día de ayer, aun inventándole lo de los talleres de cortesía para los niños, él me dijo que no iría y que no quiere
que yo vaya. Por favor, dime algunas palabras que deba emplear para que esto suceda. Me muero de ganas de ir.  El próximo mes me tengo que someter a una cirugía donde estaré casi un mes en cama y yo no quisiera estar en el hospital sin haber asistido a tu taller. Espero me contestes. Buen Día. – M.”.
Bueno, no hay mucho que comentar aquí. Le respondí a esta amable señora lo siguiente: “M: Fácil..., si gustas ir a mi taller de inteligencia emocional, ve y ya”.
Eso fue todo lo que le dije. Un breve renglón previo a mi saludo de despedida fue que si su marido no deseaba ir, pues que él no asistiera. Esa era una decisión tan respetable como la de ella. Quizá “las palabras” que ella me pidió le aconsejara para que fuera al taller bien podrían haber sido las siguientes: Diga usted... “Voy a ir”. Y punto, se acabó.
A lo largo de los últimos 20 años de mi vida como psicóloga individual, de pareja y de grupo, agente generador de cambio, terapeuta, líder de opinión, y hasta de “Educadora Emocional y Espiritual” de muchas personas, se me ha usado en más de una ocasión para “demostrar” que lograr que muchos de mis talleres... no sirvieron para tales o cuales personas porque siguen tan mal o peor aún de como llegaron a vivir el taller. Lo que es, es.
¡Como si yo fuera la responsable de ello! Yo, y todos los psicólogos no cambiamos a nadie, la gente que asiste a mis talleres cambia SI ELIGE HACERLO. Como el que va a la nutrióloga. Pierde peso SI ELIGE SEGUIR LAS INSTRUCCIONES QUE ELLA LE DA.  
El argumento de personas como el marido de la señora que me escribió es: “...no sirve porque no se ven cambios de inmediato, y además sigues cometiendo errores”. Siempre me ha dado curiosidad saber si ese tipo de personas que emiten un juicio tan tremendamente temerario creerán que yo soy una bruja o una maga con todo respeto para quienes crean en ello, algo por el estilo, algo así como que con una varita mágica o con mi sola presencia en sus vidas por 20 horas (la duración de mi TIE intro) todo lo que no ha funcionado en la vida de esas personas va a cambiar radicalmente. ¡IMPOSIBLE si la persona no lo desea en sí misma!
Yo no puedo hacer que nadie cambie y creo que nadie en el planeta lo puede lograr. Yo solo invito a que las personas encuentren una mejor manera de vivir por ellas mismas, yo solo funjo como un guía. Un querido ex paciente mío, me dijo una vez que soy para él como un  ‘muestra-caminos’, y me gustó porque quizá eso hago en mis talleres, cursos y sesiones terapéuticas, solo muestro un camino como opción, pero tú ELIGES si quieres caminarlo o no. Yo no lo puedo caminar por ti. Yo ya estoy caminando el mío propio, con mucho éxito además, y
la verdad estoy extraordinariamente bien. Comprende algo: si cambias, el único que te cambió fuiste tú mismo.
El marido de esa persona, ha de ser de esos sujetos míticos y legendarios que existen en toda buena familia (en la mía también hay) que, por ejemplo, piensan que con ir al gimnasio un día y hacer ejercicio dos horas, sin duda algo debe de estar fallando en las instalaciones del gimnasio porque al día siguiente no están con todos los músculos marcados. Esa fue la primera imagen que vino a mi mente cuando le dijo a su esposa que ya van tres sesiones y sigue cometiendo errores. Incluso, con todo respeto, hasta solté la carcajada tan solo con imaginar la escena toda seria y formal. Comprende algo más: nadie cambia de la noche a la mañana. El deseo de cambiar sí puede suceder en un solo instante, en un relámpago de claridad, pero luego hay que trabajar en él
por años, por siempre. Hay que mantenerse cambiando en esta mágica espiral ascendente donde cada vez se descubre más y más.
Ayer platicaba con mi hija Gabbie, nutrióloga (www.minutriologa.mx) porque me llamaba la atención que a algunas personas no les servía “su método”, y me respondió: “Sí, así es, efectivamente a algunas personas no les sirve mi método para bajar de peso”. Le pregunté: “¿A quienes y por qué?”. Y me dijo: “A los que no hacen lo que les digo”. Punto, no hubo más que cuestionar. Sin embargo, ella prosiguió: “...y lo que más me impresiona  es que esas mismas personas que no hacen lo que yo les digo, que no siguen mi esquema de alimentación y ejercicio, me han
llegado a escribir correos para reclamarme del por qué no les funciona y siguen sin bajar de peso... increíble”. Increíble que pregunten, pensé. Y le comentaba que exactamente lo mismo me pasa a mí. Así como a una nutrióloga, me sucede como psicóloga y recibo las mismas preguntas de reclamo muy ocasionalmente. Increíble que pregunten. Pero luego me dejó de ser increíble cuando observé el estado de conciencia desde el cual me planteaban la pregunta, el estado de conciencia desde el cual se hace un reclamo o afirmación de que algo no sirve, y ahí, hasta es lógico y natural que piensen que no sirve. No más comentarios aquí.
Un maestro de psicoanálisis que tuve en la universidad dijo sabias palabras que nunca he olvidado: “Cuando un paciente no quiera cambiar, ni tu mayor talento por ayudarlo lo logrará. Pero cuando un paciente desee cambiar en verdad, hasta un leve soplo del aire emitido por tus palabras y aliento logrará cambiarlo”.  Estoy de acuerdo, me consta. Si cambias, cambias tú; si te gustó el cambio y mucho, en vez de obligar o invitar a que
tus seres queridos cambien también, si en serio te gustó tanto el cambio, pues mejor sigue cambiando tú y ya (si al que le gustó es a ti). Es de las posturas más sensatas, pacifistas e inteligentes que puedes tomar. Ya llegará el momento en que la otra persona te vea tan en paz, tan feliz y tan emocionado por existir que se acerque a preguntarte cómo lo has logrado. Y solo hasta entonces podrás recomendarle la página del Centro VL (www.vivirlibre.org), no antes. E incluso ahí, tu recomendación deberá estar desapegada de que sea seguida o no.
Hace algunas semanas me escribía un asistente a una de mis conferencias y después asistió al TIE y en sus propias palabras la información que este taller comparte le había servido enormemente, donde según sus propias palabras, le ha cambiado la vida. Los principios cambian la vida.  Sin embargo también me decía con cierta aflicción: “...el problema es mi esposa, caramba. Incluso la llevé a una de tus conferencias y sigue igual, incluso  ahora me ataca...., y si te soy sincero, también a ti te ataca y hasta te ofende cuando se refiere a ti”. Cosa que me tuvo sin el más mínimo cuidado, por supuesto. Ya son muchos, pero muchos años en estos menesteres de elevar el coeficiente emocional de mis pacientes, y llega un momento, un hermoso estado del luz interior, donde te das cuenta de que lo que opinen los demás de ti, es algo totalmente independiente de ti. Cargas “tu cartulina” y punto. La opinión de alguien es mera medición refleja de su estado de conciencia para valorar algo o alguien, y esa medición es un parámetro totalmente independiente del objeto a juzgar donde nunca revela las características del objeto juzgado, sino manifiesta las características del estado de conciencia de donde emana dicho juicio. Esto mismo le expliqué a mi paciente, un gran empresario y cuando lo comprendió sintió liberación, la liberación y respeto que te da el “ponerte los lentes” como decimos en mi TIE.
Muchas veces, en el sano impulso por compartir los maravillosos hallazgos de respetar principios y valores basados en ellos que uno encuentra y que nos generan tanto beneficio, nos aventuramos a compartirlos con nuestros seres queridos para sólo toparnos con la sorpresa de que lo que tanto nos emocionó a nosotros no causa el más mínimo atractivo o interés en ellos. Y pues.... ¡lógico! Se tratan de dos personas en momentos evolutivos. Nadie cambia si no tiene la necesidad de hacerlo. Lo que le emociona a uno nunca será garantía de que le emocione al otro. Y ambas posturas son respetabilísimas. Ni uno está bien, ni el otro está mal. Simplemente están cada quien en su momento evolutivo con su muy particular y respetable perspectiva. Cuando tú le muestras a alguien una rosa, puede percibir una flor, mientras que otra persona a quien le muestras la misma rosa, puede percibir un milagro.
Afirmo que gran parte del éxito en la vida de pareja es que dos personas decidan unir sus vidas partiendo de la base de que alcanzan a observar prácticamente lo mismo, y si uno crece, el otro igual, para que con el tiempo no se disparen las perspectivas y luego ya no haya nada que compartir. Recuerda: “Dos sanos, o dos enfermos”.
De tal suerte que si una conferencia sirve o si un material de autoestima compartido por Internet sirve o si un libro sirve, la respuesta es enteramente personal. Depende si resuena en ti o no. De hecho, me atrevo a decirte que no existen conferencias extraordinarias, ni libros extraordinarios, ni páginas extraordinarias, ni guías espirituales extraordinarios...  sino que lo único extraordinario en verdad eres tú, lo extraordinario es tu CAPACIDAD DE ELEGIR LA RESPUESTA ANTE EL ESTÍMULO (TE------->Reamo) donde resuenan dentro de ti, como verdades, lo expresado en una de mis conferencias o programas de radio o TV; tu muy personal y extraordinario momento de vida donde resuenan como verdad ciertos libros, donde te resuenan como sensatas y amorosas las sugerencias de tu guía espiritual, tu extraordinario momento evolutivo donde te cautivan y atrapan ciertos escritos que lees y los calificas como extraordinarios, pero recuerda..., el extraordinario es “tu” momento. Y es hasta entonces, y solo hasta entonces, que empiezas a creer en ti.  
Es entonces, y solo hasta entonces, que eliges entrar a una dimensión donde los milagros son los sucesos más cotidianos. Es entonces cuando la información de cambio te sirve.
Es entonces cuando mis palabras te acompañan como guía. Solo hasta que tú eliges crecer -buscando- es cuando encuentras, antes nunca.
El camino del éxito es un camino solitario. Se trata del héroe de sí mismo que cada uno llevamos dentro. Si para buscar prendes tu luz, llegarás a darte cuenta que la luz sirve, pero si la prendes cuando no buscas nada, quizá llegues a decir que la luz no sirve. Sólo hasta que llegue tu momento donde eliges preguntarte si hay algo más, las respuestas se empiezan a aparecer frente a ti con frecuentes y deslumbrantes: ¡Sí!, ¡Sí! Pero esto sucederá solo hasta que tú elijas emprender tu viaje de auto descubrimiento, tu búsqueda. El divino y solitario viaje de un ser donde el objetivo es descubrir quién es realmente y le quitas el mantel al banco. Lo que es, es.
Gabriela Torres de Moroso Bussetti

<a>www.gabrielatorres.net</a>


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