Ir al contenido principal

Marzo 19 Y a ti, ¿para qué te alcanza?

 

Marzo 19

Y a ti, ¿para qué te alcanza?

 

Muchas mujeres que llegan a mi consultorio o a mis grupos terapéuticos traen una narrativa parecida a esta:  "No quisiera estar en esta situación, pero..." Y esto es señal de que no les alcanza para darse cuenta y elegir diferente. Nos protegemos negando que somos responsables de no actuar.

 

Aceptar nos libera. Esto quiere decir, nos hace responsables. Y es entonces cuando nos damos cuenta de que no tenemos por qué aceptar relaciones problemáticas o mala comunicación de otras personas. Podemos dejar que los demás asuman su responsabilidad hacia sí mismos en sus relaciones y en su vida. Podemos dejar que resuelvan solos los asuntos entre sí.

 

Ser una mujer que se ama demasiado no significa que nada de lo que ocurre a nuestro alrededor nos importe. Significa que reconocemos que casi siempre, y en el mejor de los casos, sólo nos alcanza para elegir ser responsables de cargar nuestra cartulina.  

 

Elegimos ser mujeres portadoras de paz, hablado desde el ejemplo. Permaneciendo en paz con nosotras mismas y no armando alborotos. Somos pacificadoras cuando entendemos que aún no nos alcanza para dejar a esa persona, la comida, una sustancia o una actividad que nos perjudica y no nos quejamos, asumimos y somos responsables… porque no nos alcanza.

 

Pero eso no es una condición definitiva.

 

Las mujeres que empezamos a aprender a amarnos a nosotras mismas lo aceptamos y seguimos caminando para que nos alcance para más en el futuro.

 

No nos quejamos de nuestras relaciones, sino que buscamos cómo salir de ellas. Porque aun no nos alcanza y lo que es, es. Pero seguimos haciendo lo que nos toca para que, en el futuro, sea diferente. Cada día nos preguntamos: ¿A mí, para qué me alcanza hoy?

 

Frase de hoy para escribir en tu diario de autoestima:

"Hoy estoy consciente de que a cada persona le alcanza para lo que le alcanza, y eso es aceptar y liberarme, no soy esclava, sino que elijo esperar hasta que me alcance.".

365 reflexiones para las mujeres que SE aman demasiado

Gabriela Torres de Moroso Bussetti®

__________________________

 

Grupos terapéuticos CODEPENDENCIA EMOCIONAL "Aprendiendo a amarME"

¿Quién dirige estos grupos? Ya sea grupo presencial o en la modalidad online son dirigidos por la psicóloga clínica Gabriela Torres de Moroso Bussetti, autora de los libros "Las mujeres que SE aman demasiado", "Aprendiendo a vivir libre", "Divorcio emocional" y "365 reflexiones para las mujeres que SE aman demasiado".

Encuéntranos en Facebook: https://www.facebook.com/lasmujeresqueseamandemasiado/

WhatsApp 55.34.500.580

 

 
 
     
Gabriela Torres de Moroso Bussetti
Psicóloga Clínica y Psicoterapeuta
 Fijo: 01(55) 5658-5808/5544-8409
 Celular/WhatsApp: 55-3450-0580
gabby@vivirlibre.org
La información contenida en este correo electrónico es confidencial y para uso exclusivo de la(s) persona(s) a quien(es) va dirigida. Esta prohibido difundir la información aqui contenida si la ha recibido por error, y le suplicamos notificar inmediatamente al remitente. El Centro de Educación Emocional y Servicios Psicológicos VivirLibre.org  (CVL) y/o su staff, no garantizan la integridad del presente correo electrónico o archivos adjuntos, ni que el mismo este libre de interferencias o virus, por lo que su lectura, recepción y retransmisión será responsabilidad de quien lo haga.
Todos los datos personales que sean recibidos por  el CVL o cualquiera de sus staffs, serán protegidos en términos de lo que establece nuestro Aviso de Privacidad, el cual, se encuentra disponible en la pagina web
http://www.vivirlibre.org/aviso_privacidad.html, con total apego a lo que indica la Ley Federal de Proteccion de Datos Personales en Posesión de los Particulares.

Porque a vivir libre, también se aprende. www.vivirlibre.org

 

 

 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Pender y depender...

Ahora voy a permitirme hacer uso de las brillantes conclusiones de mi gran maestro Jorge Bucay, quien -entre tanto que se ha escrito sobre el tema- me parece es quien lo expone mejor sin duda. Muy inteligentemente, el maestro expone primero, lo primero: La etimología de esta sabia palabra. Las siguientes definiciones son según el website de wordreference (http://www.wordreference.com/): Pender ·          intr. Estar colgada o suspendida una cosa: las frutas penden de las ramas. ·          Estar algo en espera de solución. ·          Existir un peligro o amenaza sobre alguien o algo: la amenaza de un tifón pende sobre su ciudad. Depender ·          Estar conexo o condicionado por algo para existir o tener lugar: el desarrollo de la planta depende de varios factores. ·          Estar subordinado a algo o alguien: su cargo depende directamente del ministro. ·          Necesitar de la ayuda y protección de otra persona o de otra cosa: depende demasiado de su madre

La historia de Bolillo

Una vez, tiempo atrás, existió un perro llamado Bolillo. Por azares de la vida, Bolillo tuvo que enfrentar muchos problemas en los que se sentía perdido. Creía que nadie podía entender lo que le pasaba y que nadie había sufrido como él. No lograba encontrar la salida. Ni siquiera un alivio a todo el sufrimiento que le aquejaba. Bolillo no encontraba en donde encajar. Le parecía que la vida era injusta con él, porque lo había metido en problemas. Nunca recibió herramientas o ideas útiles para salir adelante. Creía que no había nadie con los mismos problemas.  Se sentía el más desdichado de todos los perros. Se sentía un perro sólo, entre un millón de perros.  Nadie lo escuchaba.  Esta era la vida de Bolillo. Un día iba caminando Bolillo por la calle, pensando en todos sus problemas, cuando al pasar observó que había muchos perros reunidos, hablando de problemas que se asemejaban a los de él. Esto llamó su atención y se quedó, desde fuera, escuchando todo lo que ahí se hablaba. Y a

El último e-mail a mi ex pareja…

El último e-mail a mi ex pareja… “Hola. Después de 6 meses en los que juré no volver a hablarte o escribirte aquí me encuentro escribiéndote este e-mail y dándome cuenta que aún me tiembla el pulso al pensar en ti. Pero el motivo de este e-mail no es el mismo que el de tantos otros que te escribí durante nuestra relación. No te escribo para decir que aún te amo ni para decir todo el rencor que siento por ti, porque sinceramente ya no siento nada de eso. Quiero expresarte lo que sentí al cruzarme contigo en la calle hace un par de semanas, después de 6 meses de haber terminado contigo porque tú así lo elegiste. ¡Al mirarte a los ojos aquel instante me quedé helad@! Y solo se me cruzó por la cabeza una palabra... ¡Gracias!!! ¡¡¡ Gracias por haberme ayudado a ser est@ que soy ahora!!! Y por ello te escribo este último e-mail. ¡Gracias! Por haberme hecho más segur@, más inteligente, más sensible, y menos ignorante en el aspecto emocional. ¡Gracias! Por haberme enseñado que