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Codependencia: Un mal ignorado


 Esta condición es a menudo desconocida, subestimada y no reconocida, no solo por quienes la padecen, sino por las autoridades de salud en general. Se calcula que existen alrededor de 500 mil personas codependientes en el mundo, que viven sin saber que padecen este trastorno emocional. Te contamos de qué se trata
La codependencia es un comportamiento o conjunto de patrones que se transmiten por generaciones. Es un trastorno emocional y de conducta que afecta la capacidad de establecer relaciones sanas y satisfactorias a nivel sentimental, laboral, familiar o amistoso.

El codependiente se caracteriza por establecer relaciones emocionalmente destructivas y/o abusivas y por concebir a otra persona (parejas, amigos, compañeros, jefes, parientes, hermanos) como un poder mayor del cual depende el propio bienestar o felicidad.
Las conductas codependientes suelen adquirirse desde la infancia y son consecuencia de conflictos más profundos al interior de la familia, por ejemplo adicciones de algún miembro, abuso o enfermedad, y se desarrollan para negar, ignorar o evadir emociones negativas.
Control
El codependiente suele tener baja autoestima y la compensa a través del control, tanto de su entorno como de los demás, en especial de la persona en la que deposita el “poder”.
Daniel Bochner, autor del libro The Emotional Toolbox, explica que en una relación codependiente “el tema más significativo es el sentido de control. La otra persona juega el papel de quien está ‘fuera de control’ y el codependiente se convierte en quien lo tiene y por lo tanto en el respetado”.
El codependiente se concibe como la parte más inteligente, estructurada y estable de la relación. Se asume como el “fuerte” cuando en realidad tendría que concentrarse en sí mismo en lugar de demostrar su fuerza. Al ver a la otra persona como débil, desarrolla una necesidad de “rescatarla”.
“Amor” codependiente
Los codependientes confunden el amor con su deseo de control o con sentimientos de culpa y lástima por la otra persona. Piensan que el amor es sacrificarlo todo por la pareja y anteponer sus necesidades y deseos a los propios, así como soportar cualquier cosa. Por ello suelen permanecer en relaciones destructivas, así como relacionarse con personas por las que sienten lástima o que pueden salvar.
Síntomas
Sentimientos constantes de culpa.
Sentirse responsable de las acciones o sentimientos de los demás.
No establecer límites para sí mismo o la otra persona.
Deseo de complacer a todos y dificultad para decir “no”.
Reaccionar defensivamente ante las opiniones o sentimientos de los demás.
Querer cuidar o salvar a los demás.
Obsesión.
Incapacidad de estar solo.
Enojo crónico.
Dificultad para identificar los sentimientos.
Aferrarse a relaciones o trabajos destructivos.
Dependencia
Los codependientes necesitan a otros para sentirse bien. Temen al abandono y al rechazo. Cuando la relación (del tipo que sea) no va bien o sus expectativas no se cumplen, sienten que han fracasado y experimentan culpa y frustración. Su éxito, bienestar y felicidad están basados en la otra persona.
Consecuencias
La codependencia tiene impactos físicos y psicológicos: las emociones pueden somatizarse y causar ansiedad, depresión, cambios de humor, cansancio crónico, dolores de cabeza, problemas en la piel (acné, erupciones, dermatitis), presión alta e insomnio.
En casos extremos, puede generar alcoholismo, drogadicción, desórdenes alimenticios, adicción al sexo y otros comportamientos autodestructivos.
El remedio
El primer paso es reconocer y entender la codependencia, explorar el pasado y ver qué la origina, para así poder resolver esa emoción o conflicto. Luego hay que lograr el desapego, que no significa necesariamente alejarse de los demás, sino entender que no necesitamos su validación ni reconocimiento. La clave es dejar de buscar al exterior y comprender que el bienestar, felicidad, autoestima y éxito son responsabilidad de uno mismo y se logran al atender las propias necesidades, deseos y metas. Salir de cualquier relación o situación nociva es indispensable. También hay que entender que es imposible controlar a los demás, solamente podemos tener control sobre nosotros mismos.
Consultar a un profesional de la salud es muy recomendable y también existen grupos de autoayuda que son muy efectivos para entender y empezar a tratar esta enfermedad.

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