Ir al contenido principal

Sobre el Duelo y las Pérdidas...


Hoy elijo hablar sobre los duelos. Sobre las pérdidas y el proceso que sigue para soltar. El duelo. Y... ¿Qué es el duelo?

El duelo es la reacción normal después de la muerte o la pérdida emocional de un ser querido. Supone un proceso de adaptación a la nueva situación.



Elaborar significa trabajar. Viene de "labor". Y elaborar el duelo significa ponerse en contacto con el vacío que ha dejado la pérdida, valorar su importancia y soportar el dolor (no necesariamente sufrimiento) y la frustración que implica.


La intensidad y duración del duelo depende de muchos factores: tipo de muerte o pérdida emocional (esperada o repentina, apacible o violenta..), de la intensidad de la unión con el fallecido o quien se va de personas que no mueren pero que la relación se termina, de las características de la relación con la persona perdida (codependencia, conflictos, perdón), de la edad...

La duración del duelo por la muerte de una persona muy querida puede durar entre 1 y 3 años. Esto es un duelo bien llevado. Para aquellos que no lo hacen, puede durar toda la vida. A eso se le llama Duelo Crónico o Patológico. 

Podemos decir que el duelo está concluido o  resuelto cuando somos capaces de recordar al fallecido o quien nos dejó (no que "nos abandonó", pues ya no somos niños)  sin sentir dolor, cuando hemos aprendido a vivir sin él o ella, cuando hemos dejado de vivir en el pasado y podemos invertir de nuevo toda nuestra energía en la vida y en los vivos.

La negación es la primera fase solamente. "¡No puede ser verdad! ¡No es más que una horrible pesadilla!" Piensas y actúas como si tu ser querido continuara vivo o la relación no hubiese terminado. Suena el teléfono y, por un instante, piensas que es él. No has perdido la esperanza de que vuelva, que regrese. Necesitas tiempo.

¿Cómo caminar el duelo cuando no sabes cómo hacerlo?
Estaciones en el camino:
1. Insensibilidad o Negación
Es como si le estuviese pasando a otro.
Nada parece real, te sientes embotada, como un autómata, incapaz de reaccionar… Este aturdimiento te ayuda a ir asimilando la dura realidad.
2. Depresión
Siento una pena muy grande y todo me hace llorar. La tristeza es el sentimiento más común. Puede tener muchas expresiones: llanto, pena, melancolía, nostalgia… Date permiso para estar triste, para llorar. 
No te preocupes si lloras mucho o poco; el llanto no es la medida de tu amor, sino parte de tu propia expresividad.
3. Enojo /rabia /resentimiento 
¿Por qué has permitido esto Dios mío? ¡Esos malditos médicos la dejaron morir! ¿Cómo me dejas ahora con todo lo que te necesito? ¡Todos siguen viviendo como si nada hubiera pasado!
Estás rabioso contra todos y contra todo. El resentimiento forma parte de tu dolor y es algo normal. No luches contra él. A medida que tu dolor se vaya calmando ira disminuyendo.
4. Miedo / angustia
Estoy asustado/a ¿qué va a ser de mí?
Te sientes inquieto/a, confuso/a, desamparado/a, desesperado/a. Tienes miedo de volverte loco/a. Estos sentimientos tan intensos y tan desagradables son algo natural.
5. Culpa / autorreproches
Si al menos hubiera sido más cariñoso/a
llamado antes al médico        
tenido más paciencia
le hubiera dicho  más a menudo lo que le quiero
La lista puede ser interminable. El pasado no puede cambiarse y ya tienes bastante sufrimiento como para castigarte de esta manera. No olvides de hacer también una lista con todo lo que hiciste por tu ser querido.
6. Soledad
Me siento tan sola ahora. Es como si el mundo se hubiera acabado.
Son tantas cosas vividas y compartidas juntos que vas a necesitar tiempo para aprender y acostumbrarte a estar sin él o ella.
7. Alivio  
Gracias a Dios que todo ha terminado.
El final de una larga y dolorosa enfermedad o relación se pueden vivir con una sensación de alivio y descanso. 

8. Sensación de oír o ver al fallecido
Me parece que me sigue llamando por la noche. El otro día me pareció verlo entre la gente.
Son sensaciones pasajeras absolutamente normales después del fallecimiento de una persona querida.
9. Ambivalencia / cambios de humor
Hace un momento me sentía agradecido a mis amigos por su ayuda y ahora los mandaría a todos a la mierda.
Puedes estar tranquilo/a en un momento dado y alborotado/a en el instante siguiente. Los sentimientos pueden ser cambiantes y contradictorios. Acéptate así, imprevisible.
IMPORTANTE: NO DUDES EN CONSULTAR CON UN PROFESIONAL SI SIENTES QUE LA SITUACIÓN QUE VIVES TE SUPERA O QUE, PASADO EL TIEMPO ,NO ENCUENTRAS ALIVIO A TU DOLOR.
TALLER DE TANATOLOGIA 
Y DUELO TERAPÉUTICO:
Viernes 3 DE MAYO DEL 2013

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Pender y depender...

Ahora voy a permitirme hacer uso de las brillantes conclusiones de mi gran maestro Jorge Bucay, quien -entre tanto que se ha escrito sobre el tema- me parece es quien lo expone mejor sin duda. Muy inteligentemente, el maestro expone primero, lo primero: La etimología de esta sabia palabra. Las siguientes definiciones son según el website de wordreference (http://www.wordreference.com/): Pender ·          intr. Estar colgada o suspendida una cosa: las frutas penden de las ramas. ·          Estar algo en espera de solución. ·          Existir un peligro o amenaza sobre alguien o algo: la amenaza de un tifón pende sobre su ciudad. Depender ·          Estar conexo o condicionado por algo para existir o tener lugar: el desarrollo de la planta depende de varios factores. ·          Estar subordinado a algo o alguien: su cargo depende directamente del ministro. ·          Necesitar de la ayuda y protección de otra persona o de otra cosa: depende demasiado de su madre

La historia de Bolillo

Una vez, tiempo atrás, existió un perro llamado Bolillo. Por azares de la vida, Bolillo tuvo que enfrentar muchos problemas en los que se sentía perdido. Creía que nadie podía entender lo que le pasaba y que nadie había sufrido como él. No lograba encontrar la salida. Ni siquiera un alivio a todo el sufrimiento que le aquejaba. Bolillo no encontraba en donde encajar. Le parecía que la vida era injusta con él, porque lo había metido en problemas. Nunca recibió herramientas o ideas útiles para salir adelante. Creía que no había nadie con los mismos problemas.  Se sentía el más desdichado de todos los perros. Se sentía un perro sólo, entre un millón de perros.  Nadie lo escuchaba.  Esta era la vida de Bolillo. Un día iba caminando Bolillo por la calle, pensando en todos sus problemas, cuando al pasar observó que había muchos perros reunidos, hablando de problemas que se asemejaban a los de él. Esto llamó su atención y se quedó, desde fuera, escuchando todo lo que ahí se hablaba. Y a

El último e-mail a mi ex pareja…

El último e-mail a mi ex pareja… “Hola. Después de 6 meses en los que juré no volver a hablarte o escribirte aquí me encuentro escribiéndote este e-mail y dándome cuenta que aún me tiembla el pulso al pensar en ti. Pero el motivo de este e-mail no es el mismo que el de tantos otros que te escribí durante nuestra relación. No te escribo para decir que aún te amo ni para decir todo el rencor que siento por ti, porque sinceramente ya no siento nada de eso. Quiero expresarte lo que sentí al cruzarme contigo en la calle hace un par de semanas, después de 6 meses de haber terminado contigo porque tú así lo elegiste. ¡Al mirarte a los ojos aquel instante me quedé helad@! Y solo se me cruzó por la cabeza una palabra... ¡Gracias!!! ¡¡¡ Gracias por haberme ayudado a ser est@ que soy ahora!!! Y por ello te escribo este último e-mail. ¡Gracias! Por haberme hecho más segur@, más inteligente, más sensible, y menos ignorante en el aspecto emocional. ¡Gracias! Por haberme enseñado que