Hoy quiero compartir contigo un cuento. Una fábula quizá. Me lo contó el padre de mis hijos gracias a que su psicóloga se lo había contado a él, una madrugada.

Es la historia de una ranita. Una ranita que plácidamente estaba en la orilla de una charca. Cuando empiezan a caer las primeras gotas de lluvia, se acerca a ella un escorpión y le pide que le permita SUBIR A SU LOMO, ya que él no sabe nadar y si hay lluvia, se ahogará.
La ranita, desconfiada le pregunta:
-Pero, si te permito subir a mi lomo ¿No me picarás?
A lo que el escorpión contesta:
-No ranita, lo prometo.
La ranita, dudosa pregunta nuevamente:
-¿Seguro no me picarás?
A lo que el escorpión repite la misma respuesta.
Acto seguido el escorpión procede a subir al lomo de la ranita.
La lluvia se hace intensa y la ranita empieza a flotar. El escorpión estaba muy feliz, en su "islita privada".
Tan pronto deja de llover y el agua cesa, la ranita se posa nuevamente sobre la tierra. Tan pronto esto sucede. El escorpión baja de su lomo Y LA PICA.
La ranita moribunda pregunta:
-¿Por qué? ¿Por qué me picaste si prometiste no hacerlo? ¡Yo te ayudé!
A lo que el escorpión sin pena, antes de continuar campantemente (e inconscientemente del daño que ha hecho en quien lo ayudó) su camino contesta:
-Porque es mi naturaleza.
Cuando escuché por primera vez este relato, no me quedó más que llorar. No me alcanzó para más. Sólo entendí el mensaje que el padre de mis hijos me estaba dando: "No soy responsable de haberte dañado. Yo como el escorpión, actúo de acuerdo a mi naturaleza. O al menos eso dice mi psicóloga."
A la ranita ignorante emocional -además de psicóloga clínica- que era yo en Septiembre de 1997, no le alcanzó para contestarle como una ranita inteligente emocional, que aplica principio de verdad que soy el día de hoy y que ante una respuesta como esa hubiera contestado así:
-¿Eso quiere decir que tu psicóloga cree que el tamaño de tu cerebro es el mismo que el de un escorpión y por ello actúas como uno de ellos? Porque me queda claro: al escorpión NO LE ALCANZA para ELEGIR CONSCIENTEMENTE SU RESPUESTA ANTE CUALQUIER ESTÍMULO. El escorpión actúa por instinto, por pulsión. Pero tu psicóloga debería estar consciente que hasta a un gatito con mucha menor área de corteza pre-frontal cerebral LE ALCANZA para elegir evacuar en una cajita con arena, EN CONTRA DE SU NATURALEZA. Un perrito, cuando rasca la puerta para indicar que lo llevemos fuera a evacuar también. ¿Entiendo entonces que tu psicóloga CREE QUE TÚ NO TIENES LA SUFICIENTE ÁREA DE CORTEZA PRE-FRONTAL en tu cerebro como para aplicar el PRINCIPIO DEL PODER y ELEGIR conscientemente no dañar a otros?
Gracias a que no me alcanzó hoy soy una ranita que sigue ayudando a otros pero que aprendió que a aquellas personas inconscientes e irresponsables que culpan a la genética (así somos todos en mi familia) o a su lugar de origen (así somos todos los de mi pueblo) o a las circunstancias NO MERECEN MI AYUDA, y deberán ahogarse. Ahogarse en la inconsciencia en la que viven y los hace ser seres tan desconsiderados que no actúan subordinando sus impulsos a valores basados en principios. Porque los seres humanos estamos condenados a ser libres. A elegir. No actuamos por instinto como los animales, sino por elección. Freud decía que hacer terapia es hacer consciente lo inconsciente, y yo pienso que es hacer conscientes a los inconscientes de que uno siempre puede elegir, ser un escorpión o una ranita. Una pregunta para los primeros:
¿Les gustaría que una ranita de su familia encontrara a un escorpión que le pidiera que le suba a su lomo y le rescate de la lluvia como ustedes?
¡Los reamo!
Gabriela Torres de Moroso Bussetti
Julio del 2014
www.mipsicologa.mx
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