Ir al contenido principal

Cambiando la Respuesta ante el mismo Estímulo


Aprender es cambiar de actitud (o respuesta) ante el mismo estímulo


Lo maravilloso de aprender algo es que nadie puede arrebatárnoslo.
- B. B. King

Conscientemente, al leer todo esto, puedes decir "Sí. Yo quiero  cambiar, quiero aprender y cambiar de actitud ante los mismos estímulos", sean cuales sean éstos. La vida misma es un estímulo.

Pero una parte de ti, dice "¿Qué? ¿Estás bromeando? ¿Cambiar eso? ¡De ninguna manera! Esto es lo que me ha mantenido “a salvo” y en una zona conocida todos estos años. ¡Qué miedo! ¡Noooo!"

De manera que te mantienes en ese comportamiento y te resistes al cambio, por lo menos en el nivel inconsciente y muchas veces también en el consciente. Quiero aclarar una cosa, todos estos malestares que sientes cuando estás en vías de lograr un cambio, no son otra cosa que la resistencia precisamente a eso, a cambiar. Si logramos relajarnos, pagar los precios y hacer que las cosas sucedan sería mucho más fácil y responsable.

¿Difícil? ¡Lo difícil es seguir como hasta ahora! ¡Sostener una relación (o muchas, una tras otra y a veces hasta simultáneamente) donde amar es sinónimo de pasarla mal. Date cuenta y reconócelo. Reconócelo porque igual estás pagando el precio. No pretendas engañarte (y menos engañarme) de que todo en tu vida es miel sobre hojuelas.

Todo será más fácil cuando aprendas que las cosas pasan siempre con tu consentimiento.  Porque lo eliges. Consciente o inconscientemente, es decir dándote cuenta o no de ello. No hay más. Te relacionas mal simplemente porque así lo has elegido hasta ahora creyendo que no era posible relacionarte de otra manera.

Y si es así, es inútil el resistirse, ya que de todas formas es así. Y que las personas son como ELIGEN ser y que tú no puedes cambiar sino sólo DE TU PIEL HACIA DENTRO.

A la única persona que puedes cambiar en este mundo es a ti mismo. Lo curioso del caso es que cuando aceptas esto como un hecho, acabas con la resistencia, te empiezas a concentrar en ti mismo, en tu educación emocional y como ya aceptaste el hecho de que todos somos diferentes y de que no puedes cambiar a nadie aun cuando veas que está dirigiéndose hacia un barranco, tus relaciones con todos los que te rodean, se modifican para mejor.

De pronto sin comprenderlo, te llevas bien con todos, te pones en los zapatos del otro y comienzas a comprender su situación, su enojo y hasta su agresión sin alterarte.

Por lo tanto, la conclusión es que la única y verdadera solución es lidiar con la resistencia al cambio para que des el brinco y seas consciente de que tú eres lo que son tus elecciones y siempre puedes elegir tu respuesta ante cualquier estímulo.

Y cómo puedes estar consciente todo el tiempo de ello? Algunas veces no es fácil. De hecho toma nota por favor, esto es precisamente el problema. Es cuando dejas de tratar de controlar al otro y empiezas a tratar de controlarte a ti mismo cuando la resistencia se hace aún más fuerte.

Ese es el secreto, dejar de controlar la situación del otro y empezar a trabajar “de adentro hacia afuera”.

Dejar de depender del otro y/o de lo que los otros hacen o dicen y trabajar en cambiar lo único que puedes modificar en tu vida: TÚ MISMO(A).

Cuando entras en la etapa crítica del cambio, lo primero que tienes que hacer es aceptar que te estás resistiendo y te das cuenta de esto cuando sientes incomodidad. E incomodidad es igual a resistencia, siempre. Pero lo que te choca, ¡te checa!

Libro "Aprendiendo a Vivir Libre" 
Capítulo 4

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Pender y depender...

Ahora voy a permitirme hacer uso de las brillantes conclusiones de mi gran maestro Jorge Bucay, quien -entre tanto que se ha escrito sobre el tema- me parece es quien lo expone mejor sin duda. Muy inteligentemente, el maestro expone primero, lo primero: La etimología de esta sabia palabra. Las siguientes definiciones son según el website de wordreference (http://www.wordreference.com/): Pender ·          intr. Estar colgada o suspendida una cosa: las frutas penden de las ramas. ·          Estar algo en espera de solución. ·          Existir un peligro o amenaza sobre alguien o algo: la amenaza de un tifón pende sobre su ciudad. Depender ·          Estar conexo o condicionado por algo para existir o tener lugar: el desarrollo de la planta depende de varios factores. ·          Estar subordinado a algo o alguien: su cargo depende directamente del ministro. ·          Necesitar de la ayuda y protección de otra persona o de otra cosa: depende demasiado de su madre

La historia de Bolillo

Una vez, tiempo atrás, existió un perro llamado Bolillo. Por azares de la vida, Bolillo tuvo que enfrentar muchos problemas en los que se sentía perdido. Creía que nadie podía entender lo que le pasaba y que nadie había sufrido como él. No lograba encontrar la salida. Ni siquiera un alivio a todo el sufrimiento que le aquejaba. Bolillo no encontraba en donde encajar. Le parecía que la vida era injusta con él, porque lo había metido en problemas. Nunca recibió herramientas o ideas útiles para salir adelante. Creía que no había nadie con los mismos problemas.  Se sentía el más desdichado de todos los perros. Se sentía un perro sólo, entre un millón de perros.  Nadie lo escuchaba.  Esta era la vida de Bolillo. Un día iba caminando Bolillo por la calle, pensando en todos sus problemas, cuando al pasar observó que había muchos perros reunidos, hablando de problemas que se asemejaban a los de él. Esto llamó su atención y se quedó, desde fuera, escuchando todo lo que ahí se hablaba. Y a

El último e-mail a mi ex pareja…

El último e-mail a mi ex pareja… “Hola. Después de 6 meses en los que juré no volver a hablarte o escribirte aquí me encuentro escribiéndote este e-mail y dándome cuenta que aún me tiembla el pulso al pensar en ti. Pero el motivo de este e-mail no es el mismo que el de tantos otros que te escribí durante nuestra relación. No te escribo para decir que aún te amo ni para decir todo el rencor que siento por ti, porque sinceramente ya no siento nada de eso. Quiero expresarte lo que sentí al cruzarme contigo en la calle hace un par de semanas, después de 6 meses de haber terminado contigo porque tú así lo elegiste. ¡Al mirarte a los ojos aquel instante me quedé helad@! Y solo se me cruzó por la cabeza una palabra... ¡Gracias!!! ¡¡¡ Gracias por haberme ayudado a ser est@ que soy ahora!!! Y por ello te escribo este último e-mail. ¡Gracias! Por haberme hecho más segur@, más inteligente, más sensible, y menos ignorante en el aspecto emocional. ¡Gracias! Por haberme enseñado que