Ir al contenido principal

¿Hasta que la muerte nos separe?

Antes de emprender un viaje, lo más inteligente sería tener bien claro hacia dónde vamos y qué nos hace falta para llegar a ese lugar y para permanecer en él por el tiempo que elijamos. Y emprender el viaje con todos los recursos para llegar al destino exitosamente es imprescindible, así como tener claro el punto de llegada desde el inicio. Qué llevar para llegar y para pasarla bien en ese lugar representa el equipaje.
Pero primero que nada, sería importante tener en ese equipaje cosas diferentes a las que depositaron en la back–pack  nuestros abuelos, o nuestros padres. Porque hoy, en pleno siglo XXI, tener una pareja no significa lo mismo que para ellos a principios o mediados del siglo XX. Cuando para ellos era “hasta que la muerte los separara” aunque la vida juntos fuese bastante indeseable.  Cuando las mujeres lo aguantaban “todo por amor” o quizá sin amor, pero “era su cruz”.
Hoy en día, las mujeres son intelectualmente mucho más preparadas que sus madres y abuelas, son productivas,  graduadas y muchas veces son la parte económicamente fuerte en la familia. El mundo en cuestión de parejas ha cambiado, y el concepto de lo que es una pareja en consecuencia. Pero no se aplica eso en la realidad. Porque aunque las mujeres ahora han cambiado en tantos aspectos con respecto a sus madres o abuelas, un alto porcentaje siguen en espera del “príncipe azul” con el que van a vivir “felices para siempre”.  Y no creen que después de tantos cambios desde entonces hasta ahora, ¿no cambiar el concepto de la pareja resulte disfuncional e inadmisible?
Para muchos en la actualidad, el divorcio es un fracaso. Un error que nos lleva a ser etiquetados como “incapaces” por lo menos en el aspecto relaciones humanas. Porque por algo no nos siguen eligiendo, ¿o no?
Y yo pienso que esa también debe ser la meta terapéutica de este libro. Aprender a vivir libres de esas etiquetas. Aprender que cuando elegimos esposo(a) o pareja aún somos demasiado jóvenes para elegir por las causas correctas y que “hasta que la muerte nos separe” es una frase incompleta, pues en su forma completa (y correcta) debiera ser “hasta que la muerte del amor que el día de hoy sentimos nos separe”. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Pender y depender...

Ahora voy a permitirme hacer uso de las brillantes conclusiones de mi gran maestro Jorge Bucay, quien -entre tanto que se ha escrito sobre el tema- me parece es quien lo expone mejor sin duda. Muy inteligentemente, el maestro expone primero, lo primero: La etimología de esta sabia palabra. Las siguientes definiciones son según el website de wordreference (http://www.wordreference.com/): Pender ·          intr. Estar colgada o suspendida una cosa: las frutas penden de las ramas. ·          Estar algo en espera de solución. ·          Existir un peligro o amenaza sobre alguien o algo: la amenaza de un tifón pende sobre su ciudad. Depender ·          Estar conexo o condicionado por algo para existir o tener lugar: el desarrollo de la planta depende de varios factores. ·          Estar subordinado a algo o alguien: su cargo depende directamente del ministro. ·          Necesitar de la ayuda y protección de otra persona o de otra cosa: depende demasiado de su madre

La historia de Bolillo

Una vez, tiempo atrás, existió un perro llamado Bolillo. Por azares de la vida, Bolillo tuvo que enfrentar muchos problemas en los que se sentía perdido. Creía que nadie podía entender lo que le pasaba y que nadie había sufrido como él. No lograba encontrar la salida. Ni siquiera un alivio a todo el sufrimiento que le aquejaba. Bolillo no encontraba en donde encajar. Le parecía que la vida era injusta con él, porque lo había metido en problemas. Nunca recibió herramientas o ideas útiles para salir adelante. Creía que no había nadie con los mismos problemas.  Se sentía el más desdichado de todos los perros. Se sentía un perro sólo, entre un millón de perros.  Nadie lo escuchaba.  Esta era la vida de Bolillo. Un día iba caminando Bolillo por la calle, pensando en todos sus problemas, cuando al pasar observó que había muchos perros reunidos, hablando de problemas que se asemejaban a los de él. Esto llamó su atención y se quedó, desde fuera, escuchando todo lo que ahí se hablaba. Y a

El último e-mail a mi ex pareja…

El último e-mail a mi ex pareja… “Hola. Después de 6 meses en los que juré no volver a hablarte o escribirte aquí me encuentro escribiéndote este e-mail y dándome cuenta que aún me tiembla el pulso al pensar en ti. Pero el motivo de este e-mail no es el mismo que el de tantos otros que te escribí durante nuestra relación. No te escribo para decir que aún te amo ni para decir todo el rencor que siento por ti, porque sinceramente ya no siento nada de eso. Quiero expresarte lo que sentí al cruzarme contigo en la calle hace un par de semanas, después de 6 meses de haber terminado contigo porque tú así lo elegiste. ¡Al mirarte a los ojos aquel instante me quedé helad@! Y solo se me cruzó por la cabeza una palabra... ¡Gracias!!! ¡¡¡ Gracias por haberme ayudado a ser est@ que soy ahora!!! Y por ello te escribo este último e-mail. ¡Gracias! Por haberme hecho más segur@, más inteligente, más sensible, y menos ignorante en el aspecto emocional. ¡Gracias! Por haberme enseñado que