Ir al contenido principal

VEN A UNA SESIÓN GRATUITA

Cuando estoy en mi consultorio haciendo psicoterapia con una pareja, puedo ayudarlos a resolver algunos de sus conflictos, sin embargo, estoy absolutamente convencida de que eso no es suficiente, porque no estamos trabajando en las raíces, que consisten precisamente en hacernos conscientes de que la educación en el sentido emocional es imprescindible y exige tiempo, dinero y esfuerzo como una carrera profesional.
Eso implica un gran compromiso, no sólo involucrarse en el proyecto educativo-emocional en pareja. Porque existe una gran diferencia entre estar involucrado y estar comprometido.
¿Y cuál es la diferencia entre estar involucrado y estar comprometido? Te pido que me permitas utilizar una analogía para explicarlo. Imagina un plato de huevos con jamón. Para que ese platillo exista, se requiere de 2 animales. Una gallina, quien sufre de dolor y le cuesta mucho poner un huevo, no lo niego y un cerdo, que tiene que dar su vida para que exista el jamón. Uno se involucra (la gallina), pero el otro (el cerdo) se compromete. Uno sufre de dolor pero el otro da su vida por ello. Básicamente el que está involucrado hace las cosas cuando las circunstancias se lo permiten, mientras que quien está comprometido hace las cosas a pesar de las circunstancias.
Sé que muchos de los que me leen piensan que han estado comprometidos, aún así, debo decirles, que aunque todo mundo inicia una relación comprometido, es indispensable asumir responsablemente que los conocimientos que tenemos NO ALCANZAN para ser felices en pareja, lo que es, es.
Educarse emocionalmente, se traduce en un gran compromiso que consiste en hacer crecer nuestras raíces y cosechar frutos después de un proceso  terapéutico, para relacionarte de manera diferente, hace falta APRENDER COSAS DIFERENTES.


Así lograrás combatir todo aquello que ha saboteado y destruido tus relaciones amorosas. No te pido asistir 5 horas cada día, es cierto, pero sí al menos entre 90 y 180 minutos cada semana, complementado con talleres de fin de semana al menos por 2 años. Y no hay atajos. Es una ley natural. Sería tan absurdo como que yo te mande al gym para que yo baje de peso. Deben asistir ambos miembros de la pareja. Una sierra que no se afila periódicamente perderá su filo en 12 semanas, lo prometo. Y una sierra sólo sirve cuando tiene filo.

VEN A UNA SESIÓN GRATUITA: 

http://www.vivirlibre.org/codependencia/

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Pender y depender...

Ahora voy a permitirme hacer uso de las brillantes conclusiones de mi gran maestro Jorge Bucay, quien -entre tanto que se ha escrito sobre el tema- me parece es quien lo expone mejor sin duda. Muy inteligentemente, el maestro expone primero, lo primero: La etimología de esta sabia palabra. Las siguientes definiciones son según el website de wordreference (http://www.wordreference.com/): Pender ·          intr. Estar colgada o suspendida una cosa: las frutas penden de las ramas. ·          Estar algo en espera de solución. ·          Existir un peligro o amenaza sobre alguien o algo: la amenaza de un tifón pende sobre su ciudad. Depender ·          Estar conexo o condicionado por algo para existir o tener lugar: el desarrollo de la planta depende de varios factores. ·          Estar subordinado a algo o alguien: su cargo depende directamente del ministro. ·          Necesitar de la ayuda y protección de otra persona o de otra cosa: depende demasiado de su madre

El último e-mail a mi ex pareja…

El último e-mail a mi ex pareja… “Hola. Después de 6 meses en los que juré no volver a hablarte o escribirte aquí me encuentro escribiéndote este e-mail y dándome cuenta que aún me tiembla el pulso al pensar en ti. Pero el motivo de este e-mail no es el mismo que el de tantos otros que te escribí durante nuestra relación. No te escribo para decir que aún te amo ni para decir todo el rencor que siento por ti, porque sinceramente ya no siento nada de eso. Quiero expresarte lo que sentí al cruzarme contigo en la calle hace un par de semanas, después de 6 meses de haber terminado contigo porque tú así lo elegiste. ¡Al mirarte a los ojos aquel instante me quedé helad@! Y solo se me cruzó por la cabeza una palabra... ¡Gracias!!! ¡¡¡ Gracias por haberme ayudado a ser est@ que soy ahora!!! Y por ello te escribo este último e-mail. ¡Gracias! Por haberme hecho más segur@, más inteligente, más sensible, y menos ignorante en el aspecto emocional. ¡Gracias! Por haberme enseñado que

La historia de Bolillo

Una vez, tiempo atrás, existió un perro llamado Bolillo. Por azares de la vida, Bolillo tuvo que enfrentar muchos problemas en los que se sentía perdido. Creía que nadie podía entender lo que le pasaba y que nadie había sufrido como él. No lograba encontrar la salida. Ni siquiera un alivio a todo el sufrimiento que le aquejaba. Bolillo no encontraba en donde encajar. Le parecía que la vida era injusta con él, porque lo había metido en problemas. Nunca recibió herramientas o ideas útiles para salir adelante. Creía que no había nadie con los mismos problemas.  Se sentía el más desdichado de todos los perros. Se sentía un perro sólo, entre un millón de perros.  Nadie lo escuchaba.  Esta era la vida de Bolillo. Un día iba caminando Bolillo por la calle, pensando en todos sus problemas, cuando al pasar observó que había muchos perros reunidos, hablando de problemas que se asemejaban a los de él. Esto llamó su atención y se quedó, desde fuera, escuchando todo lo que ahí se hablaba. Y a