Ir al contenido principal

¿Por qué es tan difícil terminar una relación disfuncional?

Pero una vez que detectamos que vamos hacia el lugar incorrecto, ¿por qué es tan difícil parar y bajarnos del vagón?  ¿Por qué parece tan difícil poner fin a una relación destructiva?
Porque cuanto más difícil es poner fin a una relación que es dañina para nosotros, más elementos de nuestra lucha infantil contiene. Cuando a pesar de estar tan incómodos en el vagón no podemos abandonarlo, es porque nos estamos enfrentando a los mismos miedos al abandono y al rechazo que padecimos cuando éramos niños. Darse por vencido, es renunciar a la gran oportunidad de encontrar alivio y rectificar lo que en nuestra infancia “hicimos mal”.  Porque cuanto más difícil es una relación, más elementos inconclusos y “pendientes” con nosotros mismos contiene.



Y porque nada se cierra sin abrirse de nuevo. Y deseamos fervorosamente abrir para cerrar para siempre ese episodio de dolor extremo, pero no podemos por más que lo repetimos con diferentes bailarines y en diferentes escenarios. Porque cada vez que una persona no educada emocionalmente intenta parar, un gran dolor se apodera de ella. La antigua sensación de vacío se apodera nuevamente de ese niño aunque ahora sea adulto. Porque cuanto más difícil es una relación, más adrenalina producen nuestras suprarrenales.


Pero la conducta siempre habla de una necesidad. Sea esta necesidad consciente o inconsciente. Y quienes permanecen en relaciones disfuncionales necesitan un “dealer” que les dote de adrenalina. Adrenalina, eso que parece una “droga endógena” para mitigar su dolor. 
Ven a una sesión gratuita. El próximo martes 16 de Julio estrenamos un nuevo grupo para "Aprender a amar de nuevo" en el Centro VivirLibre.org (click para saber cómo llegar).
Te espero.
Gabby

Comentarios

  1. Hola Gaby, muchas gracias por aceptarme en este grupo, actualmente me encuentro perdida, y por lo que he leído soy una persona que no esta educada emosionalmente y quiero empezar, no se por dónde o por qué parte, vivo en Guamúchil, Sinaloa, no se si haya una forma de hacerlo en línea, por favor orientame, me urge

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Si deseas hacer algún comentario, por favor visita mi página en Facebook: http://www.facebook.com/codependencia

Entradas más populares de este blog

Pender y depender...

Ahora voy a permitirme hacer uso de las brillantes conclusiones de mi gran maestro Jorge Bucay, quien -entre tanto que se ha escrito sobre el tema- me parece es quien lo expone mejor sin duda. Muy inteligentemente, el maestro expone primero, lo primero: La etimología de esta sabia palabra. Las siguientes definiciones son según el website de wordreference (http://www.wordreference.com/): Pender ·          intr. Estar colgada o suspendida una cosa: las frutas penden de las ramas. ·          Estar algo en espera de solución. ·          Existir un peligro o amenaza sobre alguien o algo: la amenaza de un tifón pende sobre su ciudad. Depender ·          Estar conexo o condicionado por algo para existir o tener lugar: el desarrollo de la planta depende de varios factores. ·          Estar subordinado a algo o alguien: su cargo depende directamente del ministro. ·          Necesitar de la ayuda y protección de otra persona o de otra cosa: depende demasiado de su madre

La historia de Bolillo

Una vez, tiempo atrás, existió un perro llamado Bolillo. Por azares de la vida, Bolillo tuvo que enfrentar muchos problemas en los que se sentía perdido. Creía que nadie podía entender lo que le pasaba y que nadie había sufrido como él. No lograba encontrar la salida. Ni siquiera un alivio a todo el sufrimiento que le aquejaba. Bolillo no encontraba en donde encajar. Le parecía que la vida era injusta con él, porque lo había metido en problemas. Nunca recibió herramientas o ideas útiles para salir adelante. Creía que no había nadie con los mismos problemas.  Se sentía el más desdichado de todos los perros. Se sentía un perro sólo, entre un millón de perros.  Nadie lo escuchaba.  Esta era la vida de Bolillo. Un día iba caminando Bolillo por la calle, pensando en todos sus problemas, cuando al pasar observó que había muchos perros reunidos, hablando de problemas que se asemejaban a los de él. Esto llamó su atención y se quedó, desde fuera, escuchando todo lo que ahí se hablaba. Y a

El último e-mail a mi ex pareja…

El último e-mail a mi ex pareja… “Hola. Después de 6 meses en los que juré no volver a hablarte o escribirte aquí me encuentro escribiéndote este e-mail y dándome cuenta que aún me tiembla el pulso al pensar en ti. Pero el motivo de este e-mail no es el mismo que el de tantos otros que te escribí durante nuestra relación. No te escribo para decir que aún te amo ni para decir todo el rencor que siento por ti, porque sinceramente ya no siento nada de eso. Quiero expresarte lo que sentí al cruzarme contigo en la calle hace un par de semanas, después de 6 meses de haber terminado contigo porque tú así lo elegiste. ¡Al mirarte a los ojos aquel instante me quedé helad@! Y solo se me cruzó por la cabeza una palabra... ¡Gracias!!! ¡¡¡ Gracias por haberme ayudado a ser est@ que soy ahora!!! Y por ello te escribo este último e-mail. ¡Gracias! Por haberme hecho más segur@, más inteligente, más sensible, y menos ignorante en el aspecto emocional. ¡Gracias! Por haberme enseñado que