Manuel es un hombre inteligente.
Un hombre que debe andar entre los 38-40 años. Tiene una empresa exitosa y una esposa
dominante y controladora. Manuel busca ayuda gracias a que un socio de él y la
esposa de éste hicieron terapia de pareja conmigo hace algún tiempo. En la
primera sesión Manuel reconoce que aunque su esposa es una “esposa
extraordinaria” se siente muy resentido por las demandas económicas de ella y
que la gota que derramó el vaso fue que una mañana de la última semana ella lo
amenazó con un cuchillo en la mano. Él no entiende por qué si él le ha dado
todo a ella y a sus dos hijos, los chicos son tan fríos con él y su esposa se
siente tan dolida. Reconoce que su familia de origen fue disfuncional con una
madre dominante y un padre muy ausente emocional y físicamente, pero muy buen
proveedor económico que les dio una vida muy cómoda.
Ven a una sesión gratis: www.vivirlibre.org/gratis.html
Cuando le pregunto cómo conoció a
su esposa (hace casi 18 años) dice que ella era instructora de aerobics en el
gimnasio al que él asistía. Que ella era una joven con un padre ausente y una
madre que había tenido que trabajar siempre.
Le pregunto sobre su vida sexual
y me contesta: “Ah, en ese aspecto no
tenemos ningún problema. Siempre hemos estado muy bien en lo sexual. Ella está
enojada conmigo aunque no lo reconozca porque el hecho de tener a los niños
hizo que perdiera su cuerpo. Pero le he dicho que si quiere operarse (abdominoplastía
e implantes mamarios) lo haga, pero que a mí no me hace falta. La verdad no
tengo queja de ella. No sé qué hacer para contentarla.”
Y le pregunto:
- “¿Por qué crees que es a ti a
quien le toca contentarla?”
Silencio. Extrañeza en su mirada.
Y después de unos minutos contesta:
-“Cuando mi mamá se enojaba mi
padre le regalaba cosas. Pero ya le he regalado tantas cosas a Tere (su
esposa)…”
Es cierto: Las mujeres
desarrollamos más comúnmente esta forma de relacionarnos que los hombres, pero
sólo porque ellos recurrían a las sustancias frecuentemente. Hasta los años
90´s las mujeres nos hacíamos “adictas” a una (o muchas) relaciones tóxicas en 9 de cada 10 casos; mientras que los varones
en proporción inversa, 1 de cada 10 casos.
Los hombres recurrían al trabajo
y a las sustancias tóxicas como el
alcohol y otras drogas ilegales en 9 de cada 10 casos. Y esto hace una década y
media apenas. Hoy, la relación de mujeres que recurren a otras “adicciones” es
de 3 de 10. Sí. Las mujeres estamos recurriendo cada vez más a las sustancias mientras que los hombres a
las relaciones tóxicas. Cada vez es
más frecuente el número de mujeres que acuden en busca de ayuda a grupos de 12
pasos como AA o bien a consultorios psicoterapéuticos mientras que los varones
también buscan cada vez más la ayuda de grupos para dependientes emocionales.
Es obvio: Tanto ellos como ellas
necesitan aprender a vivir libres de dependencias emocionales. Y hago de tu
conocimiento que si tú necesitas aprender a vivir libre de ellas, éste no será
un libro fácil de leer para ti. Ahora regresa a la pregunta inicial y
contéstate a ti mismo:
¿Cuál es tu paradigma
del amor?
Comentarios
Publicar un comentario
Si deseas hacer algún comentario, por favor visita mi página en Facebook: http://www.facebook.com/codependencia